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El magnesio es uno de mis minerales favoritos. Se lo recomiendo con regularidad a mis pacientes para aliviar muchas enfermedades comunes, entre ellas los calambres musculares, las migrañas, la cefalea tensional, la incontinencia urinaria y la constipación. Con frecuencia, quienes padecen estas dolencias tienen una deficiencia de magnesio. Durante la última década, el magnesio ha estado de forma continua entre los 10 suplementos nutricionales más importantes.
En mis 20 años como doctor, he visto que el magnesio ha ayudado a más personas que cualquier otro suplemento nutricional del mercado. Los beneficios suelen aparecen rápidamente y los resultados mejoran la vida de quienes lo consumen.
Enfermedades comunes que podría aliviar el magnesio:
El magnesio participa en más de 350 reacciones químicas del cuerpo. En promedio, los humanos tenemos alrededor de 25 gramos (aproximadamente 6 cucharaditas) de magnesio en todo el cuerpo. El uno por ciento de ese magnesio se encuentra en la sangre y en los glóbulos rojos, mientras que el 99 por ciento restante está en los huesos y los músculos, que es donde más se lo necesita.
El magnesio es necesario para que el cuerpo genere ADN y RNA, y también es esencial para sintetizar minerales a fin de obtener proteínas. Sin magnesio, los músculos no podrían contraerse y relajarse, incluido el músculo cardíaco necesario para los 100 000 latidos diarios que realizamos. Los vasos sanguíneos y los nervios también requieren magnesio para llevar a cabo las comunicaciones celulares con eficiencia.
Unos niveles bajos de magnesio en sangre indican una deficiencia. Se estima que hasta el 75 por ciento del mundo consume cantidades inadecuadas del magnesio requerido para alcanzar el mejor estado de salud.
Es fundamental ingerir la cantidad adecuada de alimentos ricos en magnesio, como los vegetales de hojas verdes. A menudo, la alimentación no es suficiente y es necesario un suplemento.
Ciertos medicamentos pueden incrementar el riesgo de tener una deficiencia de magnesio, entre ellos los antiácidos (p. ej., omeprazol, pantoprazol, ranitidina, famotidina, etc.) y los diuréticos o pastillas de agua (p. ej., furosemida, triamtereno, hidroclorotiazida y clortalidona). En el mundo, más de 100 millones de personas toman antiácidos, mientras que más de 200 millones toman diuréticos debido a su bajo precio y su eficiencia para tratar la presión sanguínea elevada. La mayoría de las personas que toman estos medicamentos todos los días tienen una deficiencia de magnesio.
La mejor forma de obtener magnesio es a través de la alimentación. Sin embargo, como mencioné antes, con frecuencia eso no alcanza, incluso en casos de personas que tienen una alimentación saludable y bien equilibrada.
Los calambres musculares, en especial los de las piernas, son una de las razones más comunes por las que recomiendo suplementos de magnesio. Los pacientes que llegan con esos tipos de calambres con frecuencia tienen recetas para tomar medicamentos como diuréticos y antiácidos, que vacían las reservas de magnesio.
Algunas investigaciones científicas han respaldado lo que he notado en persona en mi consultorio. Una prueba aleatoria controlada por placebo y doble ciego realizada en 2021 mostró beneficios en personas que tomaron suplementos de magnesio para aliviar los calambres en las piernas, mientras que un estudio de 2002 concluyó que el magnesio podría ayudar a prevenirlos. Sin embargo, un estudio más reciente llevado a cabo en 2008 en mujeres embarazadas que experimentaban calambres en las piernas no demostró una reducción de los calambres al proporcionarles magnesio. No se detectaron efectos negativos en este estudio.
Hace casi 20 años que recomiendo magnesio para aliviar los calambres en las piernas. La mayoría de esos pacientes han mostrado beneficios. A veces, los niveles reducidos de potasio y la deshidratación crónica también pueden generar calambres en las piernas, por eso, si el magnesio no funciona, tenga en cuenta esas opciones y presénteselas a su médico.
Durante los años, he notado que las personas con espasmos en los párpados y las mejillas con frecuencia tienen niveles bajos de magnesio. Aunque no he encontrado estudios científicos sobre esto, los resultados de mis pacientes son alentadores. Un artículo publicado en 1990 documentó que algunos doctores vieron resultados beneficiosos al darles un reemplazo de magnesio a pacientes que rechinaban los dientes durante la noche; una enfermedad llamada bruxismo. Esto tiene sentido ya que el estrés y la tensión son razones comunes por las cuales uno rechina los dientes.
Aunque hay muchas causas para sentir palpitaciones, tales como enfermedades cardíacas, con frecuencia las personas con falta de magnesio las sienten más. Siempre es importante consultar con su médico para asegurarse de que no sucede nada grave si siente palpitaciones.
Un estudio de 2019 demostró que los pacientes con fibrilación atrial, un tipo de ritmo cardíaco irregular que incrementa el riesgo de padecer infartos, experimentaron una mejoría al recibir magnesio vía intravenosa en comparación con quienes no lo recibieron. Los investigadores mostraron que el magnesio tenía un efecto sinergístico en comparación con los medicamentos cardíacos regulares de los pacientes.
Un estudio de 2005 también demostró que el magnesio es útil para controlar la frecuencia y el ritmo cardíaco en personas con fibrilación atrial y prolapso de la válvula mitral, que ocurre cuando la válvula mitral tiene fugas y genera síntomas como mareos, palpitaciones, falta de aire y fatiga. Quienes tenían este prolapso se vieron beneficiados al consumir un suplemento de magnesio, según un estudio de 1986. Otro estudio de 2005 mostró que el magnesio podría ser beneficioso para esas personas.
El magnesio fue útil para quienes lo agregaron a su régimen de tratamiento con antidepresivos, según un estudio de 2016. El mecanismo por el cual resulta útil puede ser sus efectos positivos en el microbioma intestinal. Los autores de un estudio de 2015 propusieron que una alimentación deficiente en magnesio puede afectar el acceso cerebrointestinal.
Además, otro estudio de 2015 analizó la vinculación entre los niveles bajos de magnesio y la ansiedad. Es probable que este vínculo explique por qué las personas con ataques de pánico por lo general tienen palpitaciones y espasmos musculares.
Además de realizar actividad física con regularidad, optimizar la alimentación es importante para mejorar la salud mental y física, y también deberían considerarse los suplementos de magnesio.
La presión sanguínea elevada se vuelve común a medida que envejecemos, y existen muchas razones por las cuales se puede desarrollar hipertensión. Los niveles bajos de magnesio son frecuentes en personas con una presión sanguínea elevada, y el consumo regular de alimentos ricos en magnesio y suplementos de magnesio puede ser beneficioso.
Los descubrimientos de un metaanálisis de 2016 demostraron "un efecto causal de los suplementos de magnesio a la hora de reducir la presión arterial en adultos". Un estudio de 2021 tuvo una conclusión similar: "una ingesta alimentaria promedio de magnesio está por debajo de los valores recomendados, y podría justificar el uso de suplementos de magnesio para prevenir y tratar la hipertensión".
Quienes toman medicamentos para reducir la presión arterial no deben dejar de tomarlos a menos que se lo indique su médico. He tenido muchos pacientes que añadieron magnesio a su programa de tratamiento usual y han obtenido un mejor control.
Con frecuencia las migrañas aparecen como dolores de cabeza graves y palpitantes que pueden causar náuseas y sensibilidad a la luz; las cuales afectan a mil millones de personas en todo el mundo. Algunos estudios sugieren que una de cada siete personas sufrirá una migraña en algún momento de su vida: casi una de cada cinco mujeres y uno de cada 15 hombres. En Estados Unidos, el sistema de atención médica gasta $78 mil millones de dólares todos los años para lidiar con las migrañas.
Durante más de una década, he recomendado magnesio a los pacientes afectados por migrañas. En mi experiencia, funciona para cuatro de cada cinco personas a la hora de prevenir el inicio de las migrañas. Las investigaciones científicas apoyan mi experiencia como doctor.
Un estudio de 2017 publicado en The Journal of Head and Face Pain concluyó que el magnesio podía prevenir las migrañas. Otros estudios han llegado a resultados similares, e incluso han determinado que las mujeres que sufren de migrañas menstruales también parecen beneficiarse por los suplementos de magnesio. El motivo por el cual los suplementos de magnesio pueden ayudar a aliviar las migrañas puede deberse a su capacidad para ayudar a mejorar el funcionamiento de la mitocondria y la producción de energía.
El magnesio funciona bien para muchos pacientes con espasmos de vejiga o incontinencia. Tuve un paciente en particular quien me dijo que el magnesio le funcionó mejor que su medicamento recetado. Debido a esto, suspendimos su medicación.
La vejiga está hecha de "músculo liso". Cuando los músculos tienen poco magnesio, se contraen y generan una mayor necesidad de orinar. Un estudio de 2020 demostró que los pacientes que consumían magnesio tenían la mitad de probabilidades de padecer espasmos de vejiga luego de que se les extirpara un tumor en la vejiga en comparación con quienes no lo consumían.
Los tipos de fórmulas principales de magnesio son:
Estos se absorben mejor ya que por lo general se vinculan con metabolitos de fácil absorción. Entre los quelatos de magnesio están el citrato de magnesio, L-treonato de magnesio, bisglicinato de magnesio, taurato de magnesio, malato de magnesio, fumarato de magnesio y otros tipos.
La mayoría de las personas puede consumir dosis que van desde los 100 mg hasta los 500 mg. Si toma una dosis demasiado elevada, podría aparecer un efecto laxante. Puede consumir magnesio en polvo, cápsulas o tabletas. Con regularidad agrego una cucharada de polvo de citrato de magnesio a mi botella reutilizable para agua.
El óxido de magnesio también es una buena opción que por lo general es más asequible que el quelato de magnesio. Sin embargo, esta fórmula tiene una tasa de absorción más baja.
Como resultado, tiende a generar un mayor efecto laxante si se consume una dosis más elevada que la "sugerida" en la etiqueta. La mayoría de los óxidos de magnesio se presentan en dosis de 250 mg, 400 mg o 500 mg.
Referencias:
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