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Los científicos está redescubriendo algunos cruciales refuerzos inmunitarios de origen natural, como la lactoferrina, debido a la creciente atención en mejorar la función inmune. La lactoferrina es uno de los más fascinantes. Es una proteína biológica y un componente esencial del calostro —el primer alimento de los mamíferos.
La lactoferrina es fundamental para alimentar y proteger a los recién nacidos de las infecciones, mediante sus efectos antimicrobianos y que refuerzan el sistema inmunitario. Mediante la moderna tecnología de filtrado, la lactoferrina es separada de la leche de vaca y convertida en un suplemento nutricional llamado lactoferrina bovina (de vaca).
Los suplementos nutricionales que brindan lactoferrina bovina están disponibles en forma de calostro bovino en polvo. Sin embargo, estos productos varían en concentración, oscilando entre 0.5 a 20 %. Los productos de calostro bovino disponibles están estandarizados para brindar 20 % de lactoferrina y compuestos bioactivos adicionales para reforzar el sistema inmunitario, como inmunoglobulinas G1 y G2 (IgG1, IgG2) presentes de forma natural y péptidos ricos en prolina (PRP). El calostro bovino debe ser procesado a fuego bajo para preservar la actividad biológica de las inmunoglobulinas y la lactoferrina.
A lo largo de las últimas tres décadas, ha habido un auge en las investigaciones respecto a los beneficios para la salud que brindan el calostro bovino y la lactoferrina. Este artículo se centrará en los efectos antiinfecciosos y de refuerzo del sistema inmunitario de la lactoferrina.2
La lactoferrina es un compuesto de la leche (lactosa) que puede atar al hierro (ferrina). En un principio, los investigadores pensaron que la lactoferrina tenía un rol significativo en la absorción de hierro en los recién nacidos. Sin embargo, investigaciones posteriores mostraron que esta no regula la absorción de hierro.
En vez de eso, cuando los niveles de hierro están bajos, la lactoferrina mejorará la absorción de hierro, mejorando a su vez el nivel de hierro. Y si las reservas de hierro son altas, o si hay una infección o inflamación, la lactoferrina secuestrará al hierro. El hierro es gasolina para el incendio de una infección o inflamación. El hierro estimula el crecimiento de muchos organismos infecciosos. Y durante la inflamación, el hierro puede generar radicales libres que a su vez pueden dañar los tejidos del cuerpo. La lactoferrina puede atar al hierro, evitando que actúe como combustible para las infecciones e inflamaciones.
Las investigaciones han mostrado que la lactoferrina ejerce una considerable actividad biológica a través de medios diferentes a aquellos relacionados con el hierro. Aquí se presentan algunas funciones cruciales de la lactoferrina (tanto de la que se produce de forma natural en el cuerpo como de la que se toma como suplemento)2:
Una de las primeras cosas que descubrieron los investigadores fue que la lactoferrina bovina se convierte en compuestos conocidos como lactoferricinas a través de la digestión en el tracto intestinal humano. Estos compuestos son incluso más potentes que las lactoferricinas humanas3.
La lactoferrina es una parte integral del sistema inmunitario innato1. Se le considera como una defensa de primera línea que protege de las infecciones e inflamaciones. Y es imprescindible para defender de las infecciones gastrointestinales e infecciones de las vías respiratorias altas. La lactoferrina es producida por las células que recubren nuestras superficies internas y se encuentra principalmente en las secreciones mucosas del tracto respiratorio, gastrointestinal y vaginal, y también en las lágrimas. La lactoferrina también es secretada por glóbulos blancos específicos cuando son activados en áreas de infección.
Uno de los aspectos interesantes de la lactoferrina es que ejerce una serie de efectos que refuerzan la inmunidad y que brindan el beneficio adicional de reducir la respuesta inflamatoria excesiva que se observa en muchas infecciones virales (la denominada "tormenta de citoquinas", causada por la activación inmunitaria descontrolada). Mediante el uso de varios modelos animales (p. ej., ratas, ovejas, cerdos y gatos, entre otros) y los ensayos clínicos en humanos, los investigadores descubrieron que la lactoferrina bovina tiene efectos directos sobre la regulación y modulación del sistema inmunitario. En particular, la lactoferrina ha mostrado la capacidad de repercutir sobre la cantidad de glóbulos blancos, especialmente sobre aquellos conocidos como "linfocitos citolíticos naturales", debido a su capacidad de matar virus y otros microbios, literalmente. La lactoferrina también incrementa los mediadores clave de la función, actividad y expresión de los glóbulos blancos1,2,4,5.
En un estudio significativo realizado en humanos, se evaluó el efecto de la administración oral de lactoferrina bovina en comparación con un placebo en pacientes tras una cirugía6. Aquellos que tomaron lactoferrina mostraron mejoras sustanciales (p. ej., la respuesta proliferativa de los glóbulos blancos, la producción de importantes reguladores del sistema inmunitario y el conteo de glóbulos blancos). Quizá el resultado más alentador del estudio fue que la información presentada reveló una mayor capacidad de respuesta inmunitaria en todos los pacientes a quienes se les dio lactoferrina. Este resultado es significativo, ya que indica que la lactoferrina podría ayudar a prevenir el fenómeno común de infecciones postoperatorias.
La lactoferrina ejerce una acción antimicrobiana frente a muchos virus, protozoos, levadura y bacterias que causan enfermedades. Incluso más importante que matar microorganismos, podría ser el reciente descubrimiento de que la lactoferrina evita que los microorganismos causantes de enfermedades (patógenos) se adhieran a las células humanas, incluyendo a los virus.
La lactoferrina demuestra una impresionante acción frente a prácticamente todos los tipos de virus. Realmente es un protector esencial no específico para hacer frente a las infecciones virales. La lactoferrina inhibe la entrada de los virus a las células, principalmente al bloquear su capacidad de unirse a los receptores celulares en la superficie de las células huésped. La lactoferrina también puede suprimir la replicación viral después de que el virus ha infectado la célula. Este efecto es muy importante, especialmente en las fases iniciales de una infección viral.
La lactoferrina también es un potente promotor del crecimiento de las bacterias que mejoran la salud (probióticos). Al evitar el crecimiento de las bacterias perjudiciales, a la vez que promueve el crecimiento de las bifidobacterias beneficiosas, la lactoferrina ayuda al desarrollo de un microbioma saludable.
Varios estudios han mostrado que el uso de suplementos con lactoferrina bovina también ayuda a controlar el crecimiento de la bacteria Helicobacter pylori en el estómago. Cuando la Helicobacter pylori crece de forma excesiva en el revestimiento del estómago, puede producir irritación estomacal y trastornos digestivos. En un estudio, a 151 pacientes que dieron positivo para Helicobacter pylori y que presentaban síntomas de indigestión se los sometió a un tratamiento médico estándar conocido como terapia triple usando solo un fármaco bloqueador del ácido y dos antibióticos o incorporando lactoferrina. El nivel de Helicobacter pylori fue evaluado tras ocho semanas del período de administración del suplemento e indicó una tasa de erradicación del 95.9 % para el grupo que recibió la lactoferrina. Por otro lado, el grupo de la terapia triple solo alcanzó una tasa de erradicación del 72.5 %7.
En el estudio más reciente, 400 individuos que dieron positivo para Helicobacter pylori fueron divididos de forma aleatoria en cuatro grupos iguales: (A): terapia triple por dos semanas, (B): terapia triple más otro antibiótico (terapia secuencial) por dos semanas, (C): terapia triple más lactoferrina bovina por dos semanas y (D): terapia secuencial más lactoferrina bovina por dos semanas. Las tasas de erradicación fueron 70.3 %, 82.8 %, 85.6 % y 94.5 %, respectivamente. La tasa de éxito para el tratamiento de terapia triple más lactoferrina fue significativamente más alta que la terapia triple sola (85.6 % versus 70.3 %). Lo mismo aplicó para la terapia secuencial más el régimen de lactoferrina bovina versus la terapia secuencial sola (94.5 % versus 82.8 %)8.
Los resultados clínicos claramente muestran que la lactoferrina bovina mejora los efectos de la terapia triple o secuencial para la erradicación de Helicobacter pylori.
Catorce estudios clínicos controlados han evaluado la lactoferrina bovina en las infecciones de las vías respiratorias (IVR). Nueve de estos estudios hace poco fueron agrupados en un metanálisis para ampliar el valor estadístico del efecto de la lactoferrina en las IVR9. Estos nueve estudios representaron los estudios clínicos de mayor calidad disponibles10-18.
El metanálisis reveló una reducción significativa en las probabilidades de desarrollar infecciones respiratorias con la lactoferrina bovina en comparación con el grupo de control. En general, la tasa de riesgo relativo fue un 43 % menor. Asimismo, los estudios individuales también mostraron una disminución considerable del resfrío común y otros síntomas de las IVR y en la duración de los mismos.
Muchos de estos estudios usaron fórmulas para bebés fortificadas con lactoferrina. Por ejemplo, un estudio realizado en Japón con niños de 12 a 32 meses mostró que la ingesta de una fórmula fortificada con lactoferrina (48 mg por día) por 13 semanas produjo una reducción significativa en los síntomas respiratorios y gastrointestinales. El número total de días que el grupo de la lactoferrina experimentó síntomas agudos fue considerablemente menor al del grupo del placebo (9.0 versus 15.0 días)11.
En un estudio más completo, 26 bebés a quienes se les administró un suplemento con lactoferrina (850 mg/L) durante un año, experimentaron una cantidad considerablemente menor de enfermedades en las vías respiratorias bajas, una reducción de 66 % a lo largo del año en comparación con los 26 bebés que fueron alimentados con una fórmula regular15.
Los adultos también se han beneficiado con el uso de suplementos con lactoferrina bovina en los ensayos clínicos controlados. Por ejemplo, en un estudio realizado en Australia, a 90 sujetos se les administró lactoferrina bovina o un placebo durante 90 días. La cantidad total registrada de IVR a lo largo de los 90 días fue de 48 para el grupo de la lactoferrina, en comparación con las 112 de aquellos que tomaron el placebo. Eso representa una reducción del 58 % en las IVR gracias al uso de suplementos con lactoferrina bovina. La cantidad total de síntomas de una IVR reportada por los participantes que recibieron la lactoferrina bovina fue considerablemente menor a la de aquellos que tomaron el placebo16.
Las dosis de lactoferrina varían de un fabricante a otro y dependen del tamaño del individuo y de las indicaciones. Las dosis más bajas son para promover la salud general, para niños e individuos más pequeños; las dosis más altas son para síntomas específicos y adultos. Para alcanzar la máxima absorción, la lactoferrina debería ser tomada antes de las comidas o en ayunas.
Muchos especialistas sanitarios prefieren el calostro bovino como fuente de lactoferrina en vez de un producto altamente purificado porque contiene componentes bioactivos adicionales, incluyendo IgG y péptidos ricos en prolina. Si va a usar calostro bovino, revise el contenido de lactoferrina y la dosificación según corresponda. Por ejemplo, para el calostro bovino que brinda un contenido de lactoferrina de 20 %, la dosis debería estar entre 500 a 1000 mg de calostro bovino de una a tres veces por día.
Depende de la fuente de lactoferrina. Si es un producto altamente purificado de lactoferrina, este puede ser tomado con confianza por las personas con intolerancia a la lactosa o alergias a la leche. Si la fuente es calostro, este no debería ser usado por las personas sensibles o alérgicas a la leche.
Reitero, eso depende de la fuente de lactoferrina. Un producto altamente purificado de lactoferrina está prácticamente libre de hierro (menos de 180 mcg por gramo). A esta forma de lactoferrina se le llama “apolactoferrina”, ya que no contiene hierro. Es posible que exista cierta cantidad de hierro si se usa calostro, pero no es una fuente significativa.
El uso de suplementos con lactoferrina bovina puede reforzar las defensas no específicas de los huéspedes y la salud inmunitaria en general. Puede ser usada como tratamiento preventivo siempre que el sistema inmunitario sea puesto a prueba. Lo mismo se aplica al calostro bovino.
Referencias:
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